Arquitectura

La calle García Vigil es una de las más bellas de Oaxaca. Ubicada en el centro histórico de la ciudad, además de su trazo perfecto y esplendor arquitectónico es pletórica en historia y cultura. Encontramos en ésta un buen número de edificios y casas antiguas que sin una verdadera joya del arte colonial; clara muestra de los estilos clásico y barroco implantados en esta ciudad.
En la actualidad, muchas de las edificaciones han sido habilitadas como espacios culturales: centros de enseñanza, museos o galerías de arte. Este es el caso de la vivienda marcada con el número 609 de esta calle,  sede del Museo de Sitio Casa Juárez.

¿Una casa que es un museo o un museo que es una casa?
Con mayor exactitud se trata de una casa que fue convertida en museo, Sí, porque esta es una casa como muchas que fueron construidas durante el siglo XVIII y XIX y que, no obstante el paso del tiempo, aún subsisten en la ciudad de Oaxaca. Desde la técnica constructiva a base de materiales como piedra de cantera, en sus pisos y umbrales; el barro de sus paredes y la madera de sus tejados; hasta los mínimos elementos decorativos, la herrería de sus ventanales y el labrado de sus puertas, nos hablan de épocas pretéritas.

Habrá que señalar que esta es una casa común de aquella época pero, al igual que ahora, tenía notables diferencias con otras casas de la ciudad, ya que esto dependía del estrato social de los propietarios. El propietario de esta casa, el fraile Antonio Salanueva si bien no pertenecía a la clase más acaudalada, como prominente religioso vivía con bastante holgura, como lo anticipa la casa y lo que encontramos en su interior.


Ciertamente que en su composición y características la Casa Juárez guarda semejanzas con las casas de ahora; sin embargo también tiene sus particularidades. Una de ellas es el espacio interior: sin ser ostentosa, contaba con dos patios; uno principal y un traspatio, mismos que se conservan. Los historiadores dicen que también debió haber tenido un huerto y un espacio destinado para la crianza de animales, pues por lo regular las casas de esa época eran autosuficientes, desafortunadamente este espacio ya no existe.

Las demás estancias y anexos son las que generalmente poseen todas las casas: cocina, comedor, sala, recámara, etc. Todas las estancias desembocan al patio central y por lo tanto para ir de un lado a otro era necesario circular por este espacio y probablemente sea por esto el esmero de sus detalles: un enlosado de cantera y una primorosa fuentecita al centro.

La casa fue rescatada desde 1906 por el gobierno del estado de Oaxaca, con motivo del Centenario del natalicio del prócer. Pero no fue sino hasta 1933 cuando se acondiciona como modesto museo, conteniendo principalmente algunos objetos y muebles que pertenecieron a Juárez cuando fue gobernador del estado. 



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